martes, 20 de noviembre de 2012


El inicio

 

 Cuando mi hermana  trago los resultados de mi examen a la universidad al hospital, no quería saber  si me  habían aceptado o no. Pensaba, de que me serviría entrar a la universidad sin ya no seria lo mismo

 

Mi hermana sabia que  yo no estaba de humor  para recibir esa noticia. Pero me obligo hacerlo, al verlo me di cuenta de que había sido aceptado en la universidad que quería y en la carrera que yo deseaba .En ese momento pude dar me cuenta  de lo que estaba pasando en realidad. Que las enfermedades  no son las que matan a la gente, ellas mismas a dejar  de luchar son loa que ocasiona la muerte

 

A si  que, después de saber el resultado, decidí que  ya era suficiente de compadecerme de mi mismo si quería salir de esto tenia que poner todas las ganas posibles.

 

Al parecer mi decisión tuvo efecto en mi salud. Las cosas mejoraron poco a poco .El tratamiento, las medicinas y las dietas  siempre me hacían sentir bien. Todo marchaba  bien los trámites para la universidad, lamentablemente yo no los podía hacer, pero mi familia los realizo por mí.

 

Después de un largo periodo  de adaptación al tratamiento por me encontraba en buen estado de salud., tal vez  aun esperaba un transplante pero mientras llegaba yo me sentía en buenas condiciones.

 

Después de tanto esperar llego el día de ingreso ala universidad, los nervios que sentía eran muy grandes, pero sabia que luego de todo lo pasado lo que he pasado, esto seria otro escalón para cumplir todas mis metas. Siempre tendré en mente las cosas que pase, las personas que estuvieron conmigo  y como lucharon  a mi lado para que nunca perdiera las esperanzas, a ellas les debo estar ahí.

 

 

 

En ocasiones, suele parecer que los eventos que nos ocurren no tienen sentido o no van acorde con lo que vivimos en ese momento. Esa mentalidad me llego al a mente, pero descubrí el viejo dicho que dice:”las cosas tiene sentido de ser”.Por eso les invito a que reflexionen acerca de lo que tienen, y lo valoren al máximo, por que nadie sabe lo que pueda pasar mañana.

miércoles, 14 de noviembre de 2012


Pensar

 

 

Luego de una larga noche de sueño, abro  los ojos y por fin me doy cuenta de mi realidad, Me encuentro en cuarto  de hospital enfermo y con mis sueños rotos. Al  poco tiempo entra el doctor pero  en esta ocasión no se encuentra solo .A su lado se encuentra una joven con una felicidad con la que llena toda la habitación .Su edad es aproximada de 22 años en su rostro refleja un gran estado de salud.

 

El doctor entra mi dice “Hola Carlos  como te encuentras hoy “. De forma sarcástica y con una sonrisa fingida le digo un seco bien “bien”.El  doctor toma sus instrumentos y comienza ha revisarme. Al terminar me dice “pues todo marcha bien no has empeorado y al contrario has mejorado notablemente. Recuerdas que te comente que te presentaría a un paciente,  bueno es ella se llama Laura tiene cinco años con la insuficiencia renal  crónica”

 

Al escuchar las palabras del doctor me quede en show y sin palabras que decir .Al ver mi reacción el doctor se retiro, sin antes decir “los dejo parece que tienen mucho que platicar”. La chica, que era muy bella, se sentó a  mi  lado y se quedo callada esto se me hizo muy raro, pero en realidad yo tampoco tenia muchas ganas de platicar.

 

Después de un gran rato en silencio, ella me dijo “creo que no eres muy platicador verdad, , pero eso no me impedirá que te apoye y que te deje solo en estos momentos en los que un hombro en que llorar es lo mejor que puedes tener. Tal vez pienses que eres el único  que pude entender lo que te esta pasando, que nadie sabe que es estar en una situación como esta. Quizás tengas razón nadie sabe en realidad lo que estas pasando, pero eso no te da derecho  a dejar de pelear por tu sueños y por tu vida. Durante el tiempo que he estado enferma he conocido amucha gente que ha muerto, sabes que darían para seguir con vida, y tu que tienes la oportunidad  estas compadeciéndote  de ti mismo. El estar enfermo no significa dejar tus planes a un lado, existe tantas personas con lamisca enfermedad que son : estudiantes , trabajadores padres de familia, amas de casa , mujeres y hombres de provecho. Lo que te estoy diciendo no es un regaño, pero espero que lo tomes encuenta” .Al terminar de hablar se retiro y otra vez me quede solo.

 

Un rato mas tarde mi hermana con ni madre entraron a la habitación. Con un papel en la mano mi hermana me dijo  aquí tengo los resultados de tu examen, no se te habian olvidado  vedad…

lunes, 5 de noviembre de 2012


 

Un nuevo comienzo.


Para muchas personas durante en el momento de su muerte, los recuerdos de su vida pasan frente a sus ojos. Para mi fue muy similar. Mientras en el quirófano los doctores se esforzaban por mantenerme con vida, yo  me encontraba en un lapso de letargo. En realidad no recuerdo a ver escuchado a nadie. Lo único que puedo recordar es ver imágenes borrosas, momentos tan divertidos como: navidades, las vacaciones que tuvimos en  Veracruz, etcétera. Por un momento, los recuerdos eran  lejanos. Cuando los recuerdos se desaparecieron observe  una última imagen: la de mi mamá.

 
Después de unos momentos, no se cuantos con exactitud, pude abrir los ojos. Cuando por fin lo logré, había a mí alrededor un gran número de doctores con aparatos para regresarme  a la vida. El doctor encargado de mi operación me observo y en su mirada pude notar que ese día no iba a morir. Cuando paso todo, la operación pudo terminar sin ningún contratiempo más.

 
Luego de acabada la operación me llevaron  hacia mi habitación. En ella se encontraba mi mamá esperándome con sus ojos llenos de esperanza. Cuando estuve por fin en la cama, tome la mano de mi madre y le dije: todo esta bien. Poco tiempo después se presento el Doctor a explicarme los hechos durante la operación, y como lograron regresarme a la vida. Pero lo que en realidad le preocupaba al Doctor  era que, los hechos no habían salido como él planeaba. La instalación del catéter en el abdomen  no se pudo realizar, la pérdida de sangre fue demasiada y no podían arriesgar mas. Lo único que lograron  hacer es colocarme otro catéter en el pecho para realizarme Hemodiálisis. Es un  tratamiento cuya finalidad es  purificar la sangre  en un periodo de tres horas.

 
Lo que pude pensar en ese momento, es que mi vida se había estancado por completo. Pensé que  seria una persona enferma: dependiente de los demás, con  tratamientos y visitas al doctor constantes que no me dejarían realizarme, lo único que pude hacer en esos momentos fue llorar.


El Doctor al ver mi expresión  suspiró y me dijo: "Se  que estas pasando por momentos que  no estaban en tus planes, pero si me lo permites te demostraré que estar enfermo no significa morir en vida. Mañana vendré con una persona y tal vez ella cambie la perspectiva que tienes en este momento de la enfermedad, descansa y piensa en lo que te he dicho".

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

lunes, 29 de octubre de 2012



 

 
Despedida
 
 
Después de escuchar las palabras del  Doctor, no sabia de que manera reaccionar. Primero pensé que era una enfermedad que con unas pastillas, con  un pequeña operación se pasaría y que  todo volvería al normalidad..Pero al ver la forma en que mi mama me miraba sabia que eso no sucedería así.
 
 Cuando el doctor comenzó a explicarnos que la   insuficiencia renal era un enfermedad en la que los riñones ya no cumplían con sus funciones principales y debería de estar en tratamiento durante toda mi vida. Me di cuenta que ya no volvería ser el mismo
 
Pero lo que le preocupaba era que yo nesecitaba estar internado ya que los estudios sanguíneos mostraban una gran intoxicación, así que nos pidió que nos dirigiéramos ha solicitar una cama en medicina interna. Durante el camino a las oficinas mi mama solo repetía una frase “no te preocupes hijo todo estará bien estoy contigo .Pero yo no sabia por que me decía esto , tal vez yo me encontraba en negación o quizás en realidad no entendía lo que estaba pasando.
 
      
 
   Cuando por fin llegamos a las oficinas la fila era  muy larga  así que le dije a mi mama que  sentaría en las bancas .Mientras estaba sentado observaba a mi mama como habla por teléfono a cada momento y como lloraba con cada llamada.
 
Al  conseguir una cama  todo comenzó  a ser diferente .Mis hermanos llegaban y todos me abrazaban y decían “llora  si es lo que quieres “.Pero yo no sentía necesario hacerlo, no encontraba la razón .Después de un tiempo me pidieron que me quitara la ropa  y me colocara la bata de pacientes
 
 
Al estar en el cuarto del hospital recibí la visita de un doctor el cual me digo “de acuerdo con los estudios que me entregaron, nesecitabamos realizarte una operación en la colocaremos un catéter  que te desintoxique” Con poco entusiasmo accedí  a realizarme la operación
 
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Cuando el momento de entrar a quirófano pedí ver  a mi mama. Al estar en frente de ella las palabras fueron  innecesarias lo único que  pudimos hacer fue darnos un abrazo que deseábamos que fuera eterno.
Dentro del quirófano, la operación iba de la manera más normal posible .Pero  en un minuto todo cambio la respiración me fallaba les gritaba a los doctores. En ese momento todo se nublo mis ojos dejaron de ver , mis oídos de escuchar y me corazón de latir…..
 
 
 

domingo, 21 de octubre de 2012


 

Nada 

Ha pasado ya una semana desde que presenté el examen para ingresar a la Universidad y de que sufrí aquel  desmayo en el metro. Recuerdo que a la mañana  siguiente de esto, mi hermana les platicó a mi mamá y a mis demás hermanos lo que había  pasado. Ellos se sorprendieron al escuchar lo que me sucedió, y le cuestionaron a  mi madre por qué no les había dicho nada; y ni me había llevado al doctor  a que me revisara. Yo en otra habitación escucho  lo que dicen y pienso que exageran las cosas, o tal vez, sé que eso no es normal y trato de negarlo.

 
Después de una larga plática familiar, mi madre me advierte que no pasará de esta semana para que me revise un doctor. El Viernes por la tarde vamos juntos a  consulta con un medico particular.  En la sala de espera nos reímos, no si sea de nervios o sea una risa sincera. Cuando llega nuestro turno el doctor nos pide explicarle el motivo de nuestra visita; yo le digo mis síntomas y el me mira con un cara de preocupación.

 
Me  revisó como lo hace comúnmente: me tomó los signos vitales, ya sabes: presión arterial, temperatura, peso y el color de mi piel. Al terminar vuelve  a su lugar y recuerdo muy bien lo que le dice a mi mamá: Señora el estado de salud de su hijo no es el mejor, lo que más me preocupa, es que veo un grado de anemia muy alto. E incluso a mi parecer esto se debe a un problema renal; y  en mi particular punto de vista no serviría que le recetara un medicamento, lo que yo le recomiendo es que le realice un examen de sangre y lo lleve a un hospital.

 

La expresión de mi mamá en es momento cambio por completo;  ella demuestra preocupación y un poco de culpa. Al salir del consultorio trato de tranquilizarla, pero solo veo sus ojos llenos de llanto. Cuando llegamos a mi casa,  me siento cansado, o tal vez, eso es lo que quiero sentir; dejo a mi  mamá en la sala, le doy un beso en la frente  y me retiro a mi cuarto.


En mi habitación, pienso en lo que dijo el Doctor. A lo lejos escucho una conversación,  en la que hay llantos y gritos. Yo no quiero saber más de ese día cierro mis ojos y me duermo.


A la mañana siguiente, mi mamá me levanta para que salgamos  hacia un hospital. Me dice que consiguió una cita con un Doctor en el Hospital General, que tenemos que llegar  muy temprano. Cuando estamos en            el hospital, el Doctor nos pide que vayamos a los laboratorios, a que me realicen los estudios clínicos urgentes.  Después  de esperar los resultados el doctor dice las palabras que cambiaron totalmente mi vida.


“Su hijo tiene insuficiencia  renal, necesita un trasplante de riñón”

 

 

domingo, 14 de octubre de 2012


¿Qué pasará…?



 

Durante mi vida siempre he tenido una pregunta en mente. ¿Por qué a las personas que  siempre tratan de hacer lo correcto y cumplir con lo estipulado por la sociedad el destino o “Dios” nunca esta de su lado?. Eso es lo que me pasó, en una etapa en la que creía que estaba haciendo las cosas bien y sobre todo que  no afectaba a nadie.

A lo largo de mi vida siempre he sido una persona común,  o como se dice actualmente un persona “x”. He cumplido  lo mejor que puedo con lo que la sociedad me pide; tengo todos los logros que la mayoría de las personas también han obtenido, ya  sabes: certificado de primaria, secundaria y preparatoria.  En este momento estoy por dar un gran paso que podría cambiar mi vida;  el examen para el ingreso a la universidad.   


Durante este tiempo he estado estudiando mucho, pero sin dejar atrás mis demás actividades; como la escuela y el apoyo en los deberes de mi casa. Aunque algo preocupante  me ha estado pasando.  Durante los últimos meses mi ánimo y energía para realizar mis actividades no han sido los mismas; tal vez sea algo de mi edad, algo temporal  o tal vez algo de cansancio; pero  espero que esto  cambie rápido. No quisiera que pasara algo que cambie mis planes de entrar a la universidad.

Luego de tanto estudiar a llegado el día del examen universitario; mis inconvenientes de salud  no han mejorado, ahora sean complicado y hasta han empeorado con vómito continuo y falta de apetito. Le platico a mi mamá lo que me está pasando y los dos creemos que deben ser nervios por el examen. Ella me dice: “Ya veraz que después de que hagas el examen y veas que te aceptaron todo mejorará, no hay  nada de que preocuparse”. Sus palabras siempre me tranquilizan no puedo desconfiar de lo  que ella me dice,  la amo mucho.

Durante la aplicación del examen todo va bien, con un terrible dolor de cabeza pero seguro pasará después de que acabe con esto, que me ha mantenido presionado y preocupado.

Cuando salgo del examen mi hermana está esperando a que salga, sé que siempre puedo contar con ella y con todos mis hermanos, somos una gran familia.  Ella está preocupada por mi salud,  yo le digo que no hay de que preocuparse, que debe de ser por la presión que he tenido últimamente y  que después de esto todo volverá a la normalidad.

De regreso por  el metro Insurgentes, todo comienza a darme vueltas, me falta la respiración y mis piernas pierden fuerza. Después de eso no sé que fue lo que me pasó,   cuando logro abrir los ojos mí hermana se encuentra muy preocupada; lo noto por su forma de mirarme. Exaltada me pregunta ¿Cómo te sientes?, ¿Deseas ir a un hospital?. No pasa nada yo la tranquilizo y le pido que nos retiremos, que prefiero  ir a casa.

En mí casa no me siento mejor, tal vez necesite descansar, nada que un buen sueño no mejore; anhelando que mañana  todo esté mejor